El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, interrumpió su visita a la Ciudad de México el sábado pasado, tras el hallazgo de los cuerpos de cinco hombres abandonados en la carretera México 15, en las afueras de Culiacán. Este hecho es parte de la creciente violencia entre las facciones «Los Mayitos» y «Los Chapitos», ambas pertenecientes al Cártel de Sinaloa.
En una conferencia de prensa realizada el lunes, Rocha explicó que su intención inicial era reunirse con la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para coordinar acciones de seguridad ante el cambio de administración federal. El objetivo era asegurar que Sinaloa continúe recibiendo el apoyo del Gobierno federal durante la transición.
«Habíamos quedado de vernos para anticipar que en la conexión del cambio de Gobierno federal no vaya a existir vacío. Ahora tenemos la resistencia de estos 600 elementos, y hoy mismo llegan 100 elementos más de las fuerzas especiales, que tienen el perfil de actuar en aire y tierra», mencionó el mandatario, quien tuvo que regresar a Sinaloa tras recibir información sobre los acontecimientos violentos en la entidad.
Prioridad de seguridad ante la escalada de violencia
El gobernador decidió regresar de inmediato a Sinaloa, dejando de lado su participación en el Congreso Nacional de Morena. Explicó que su prioridad era supervisar de cerca la situación en el estado, ya que la ola de violencia ha generado gran preocupación entre la población.
A través de un mensaje enviado a Sheinbaum, Rocha se disculpó por no asistir a la reunión programada, explicando que las circunstancias en Sinaloa requerían su presencia urgente. «La sociedad está muy sensible. Disculpe usted, solo quiero ser mejor para servir mejor a su proyecto de nación», añadió el gobernador en su mensaje.
Sheinbaum, por su parte, respondió de manera comprensiva: «Te entiendo muy bien. No te preocupes, ya platicaremos pronto».
Resultados de las operaciones de seguridad en Sinaloa
El Secretario de Seguridad del estado, Gerardo Mérida, ofreció un balance sobre las operaciones recientes en el marco de los enfrentamientos entre las facciones del Cártel de Sinaloa. Según Mérida, los operativos han resultado en la detención de 32 personas, el aseguramiento de 89 vehículos —16 de ellos blindados—, y la incautación de 120 armas largas, entre otros armamentos.
Entre los elementos confiscados también se encontraron patrullas clonadas de la policía municipal y de la policía de investigación, así como motocicletas con las mismas características. Mérida subrayó que la violencia es parte de una lucha interna por el control territorial entre «Los Mayitos» y «Los Chapitos», quienes mantienen enfrentamientos desde el pasado 12 de septiembre.
A pesar del despliegue de 600 elementos de seguridad en el estado, la situación continúa siendo tensa, lo que motivó el regreso del gobernador para supervisar de cerca la respuesta de las fuerzas del orden.
Refuerzos y colaboración federal
El gobernador Rocha ha insistido en la necesidad de reforzar la presencia de fuerzas federales en Sinaloa para contrarrestar la creciente violencia. Con la llegada de 100 elementos adicionales de fuerzas especiales, el estado busca contener la expansión del conflicto entre las facciones del Cártel de Sinaloa y reducir el impacto en la población civil.
«Es fundamental que en este periodo de transición no haya un vacío de seguridad. La gente necesita sentir que el gobierno está actuando con sensibilidad y compromiso ante esta crisis», concluyó el gobernador.