La próxima semana, México se convertirá en uno de los primeros países del continente en ser gobernado por una mujer. Claudia Sheinbaum, la científica y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, tomará las riendas del país el 1 de octubre, tras su victoria contundente en las elecciones del 2 de junio. Este evento marcará un hito histórico, ya que Sheinbaum será la primera mujer en ocupar la presidencia de México, un logro que llega después de 30 años de intentos por parte de candidatas femeninas.
Un largo camino político
Sheinbaum, cuyo ascenso político comenzó en el año 2000 tras una reunión con el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, ha sido una figura constante en la política mexicana. Su participación en movimientos estudiantiles y su trayectoria como jefa delegacional en Tlalpan y jefa de Gobierno de la Ciudad de México la consolidaron como una de las líderes más influyentes del país. Ahora, 24 años después de sus primeros pasos en la política, está lista para hacer historia como la primera presidenta de México.
El fin del mandato de AMLO
Antes de la toma de posesión de Sheinbaum, el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, concluirá su mandato el 30 de septiembre con una serie de eventos simbólicos. López Obrador ofrecerá una breve conferencia de prensa, seguida de un desayuno con música en vivo y una rifa de su reloj, un gesto simbólico con el que se despedirá de la presidencia. Además, develará su retrato en Palacio Nacional y tendrá una comida privada con mandatarios de varios países. A pesar de dejar su residencia en Palacio Nacional, López Obrador aseguró que permanecerá unos días más en la Ciudad de México antes de mudarse a su rancho en Palenque, Chiapas.
Ceremonia de toma de protesta
La entrega oficial del gobierno se llevará a cabo a las 00:00 horas del 1 de octubre, y la ceremonia formal de toma de protesta se celebrará en una sesión solemne en la Cámara de Diputados a las 9:00 horas. Las inmediaciones del recinto ya han sido blindadas con vallas de acero para garantizar la seguridad durante el evento, que contará con la asistencia de importantes mandatarios internacionales.
El protocolo para la toma de protesta establece que la presidenta del Congreso, Ifigenia Martínez, será la encargada de dirigir la ceremonia y designar las comisiones protocolarias que recibirán a López Obrador y Sheinbaum. Estas comisiones estarán integradas por diputados, senadores y cadetes de las Fuerzas Armadas, quienes rendirán honores tanto al presidente saliente como a la presidenta electa.
Sheinbaum rendirá protesta según el artículo 87 de la Constitución, jurando lealtad a las leyes de la nación y comprometiéndose a velar por el bienestar de la República. Tras la transmisión simbólica del poder, en la que se le entregará la banda presidencial, Sheinbaum dará su primer mensaje como jefa del Ejecutivo Federal, culminando un momento histórico para el país.
Un evento de proyección internacional
Más de 100 países han confirmado su asistencia a la toma de protesta, de los cuales 16 enviarán a sus jefes de Estado, entre ellos líderes de América Latina, como Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Gabriel Boric de Chile y Gustavo Petro de Colombia. Estados Unidos estará representado por la primera dama, Jill Biden, mientras que Canadá enviará a la viceprimera ministra, Chrystia Freeland.
Este evento marcará un cambio importante en la política mexicana y en el panorama internacional, ya que Sheinbaum, la primera mujer en asumir la presidencia de México, representará un avance significativo en la lucha por la equidad de género en la política global.
Celebraciones en el Zócalo
Tras la ceremonia en el Congreso, Sheinbaum se dirigirá al Palacio Nacional, donde recibirá a los mandatarios invitados a su toma de protesta. Posteriormente, encabezará un magno evento en el Zócalo de la Ciudad de México, el mismo lugar donde cerró su campaña presidencial. El presidente saliente, López Obrador, no asistirá a este evento, pero su presencia en la transición será parte de un momento simbólico que marca el fin de su sexenio y el inicio de un nuevo capítulo para México bajo la dirección de Claudia Sheinbaum.
El 1 de octubre, un día que antes se celebraba el 1 de diciembre, será ahora un día festivo oficial para todo el país, tras la aprobación de una reforma a la Ley Federal del Trabajo, lo que añade aún más relevancia a este momento histórico para México.
