Los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa sostuvieron una reunión este miércoles con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional. Este es el segundo encuentro que mantienen tras las elecciones del pasado 2 de junio, reforzando el compromiso del mandatario con el caso que ha conmovido a la nación.
A las 11:30 de la mañana, los familiares de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” llegaron en un autobús a las inmediaciones de Palacio Nacional. Al bajar del vehículo, formaron una fila e ingresaron uno por uno a la sede del Ejecutivo, siendo recibidos por personal del gobierno federal. Algunos portaban carteles con las fotografías de los normalistas desaparecidos, mostrándolos antes de entrar al encuentro con el presidente.
Durante la reunión, López Obrador reiteró su compromiso con los padres de los 43 normalistas, asegurando que el caso Ayotzinapa “será un expediente abierto” mientras él esté en el poder. Un familiar, antes de entrar, comentó que aunque el presidente termine su mandato, el caso no puede quedar “a la deriva”.
El presidente concluye su mandato el próximo 1 de octubre, fecha en la que Claudia Sheinbaum Pardo asumirá la presidencia tras ganar las elecciones. En una reunión previa, el 3 de junio, López Obrador se había negado a mantener un encuentro con los familiares durante la temporada de campañas electorales, pero posteriormente accedió y se comprometió a no cerrar el caso.
Al concluir la reunión de hoy, el presidente indicó que en su momento presentará a las madres y padres de los normalistas un documento relacionado con la investigación, aunque no dio más detalles al respecto. Los padres de los 43 normalistas solicitaron que no se cierre el caso y que la investigación continúe, insistiendo en la necesidad de establecer un mecanismo de transición con la próxima presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para asegurar la continuidad en la entrega de información y los esfuerzos de búsqueda de justicia.
La promesa de López Obrador de mantener el caso abierto es un rayo de esperanza para las familias que han vivido casi una década de incertidumbre y lucha. El compromiso del mandatario se convierte en un punto crítico para garantizar que la nueva administración siga con la investigación y la búsqueda de verdad y justicia.
Este encuentro subraya la importancia de la persistencia y la presión de las familias para mantener vivo el caso Ayotzinapa en la agenda nacional, un caso que sigue siendo un doloroso recordatorio de las deficiencias en el sistema de justicia y derechos humanos en México. La transición de poder en octubre será un momento crucial para determinar si las promesas actuales se traducen en acciones concretas bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
