La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, elogió la reciente aprobación de la reforma constitucional que refuerza el papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresas públicas del Estado. En conferencia desde Palacio Nacional, Sheinbaum felicitó a los legisladores por aprobar los cambios que revierten parte de la reforma energética de 2013, que había abierto el mercado eléctrico a la iniciativa privada, disminuyendo el control del Estado sobre el sector energético.
Sheinbaum destacó que las empresas privadas no deben preocuparse, ya que todos los contratos existentes con la CFE serán respetados, aclarando que la reforma no busca una competencia directa con el sector privado, sino asegurar la soberanía energética del país. «No se trata de monopolios», señaló, subrayando que la reforma permite hasta un 46% de inversión privada en la generación de electricidad, dejando el resto en manos de la CFE.
La mandataria explicó que la principal prioridad es garantizar que México tenga una capacidad energética sólida, tanto desde la CFE como a través de inversiones privadas, para asegurar el acceso a electricidad y combustibles asequibles para el pueblo. También se comprometió a establecer mesas de trabajo con el sector privado para asegurar que entiendan cómo y en qué áreas pueden participar tras la implementación de la reforma.
Sheinbaum reiteró que no habrá retrocesos en los contratos previamente establecidos y que se respetarán los acuerdos vigentes. Además, anunció la creación de mesas adicionales para abordar temas relacionados con el autoabasto y los amparos interpuestos durante los últimos años, en un esfuerzo por continuar el diálogo con las empresas del sector eléctrico.
Finalmente, subrayó que la reforma constitucional forma parte de la agenda de la cuarta transformación, cuyo objetivo es generar un modelo de desarrollo que beneficie tanto al pueblo mexicano como a los inversionistas privados.