México no logró revertir su caída en el ranking de competitividad mundial del Centro de Competitividad Mundial del Instituto suizo IMD, bajando del puesto 50 al 56 entre 67 países desde 2019 hasta 2024. Esta posición se ha mantenido constante desde 2023.
José Caballero, economista senior del IMD, indicó que mientras la economía mexicana muestra signos positivos, los mayores problemas persisten en el ámbito institucional. “El indicador de corrupción, transparencia y acceso a contratos públicos tienen un desempeño negativo, al igual que la calidad de la educación”, señaló Caballero.
Desempeño económico y otros factores
En el rubro de Desarrollo Económico, México alcanzó su mejor posición de los últimos cinco años, ubicándose en el puesto 25. A pesar de esto, su desempeño en comercio internacional se ve afectado por una gran dependencia de un solo mercado, aunque ha mostrado mejoras en empleo e inversión internacional.
En términos de Eficiencia Gubernamental, el país se situó en el lugar 60 desde 2022, cinco posiciones por debajo de su nivel hace cinco años. Los sub-factores más débiles fueron la legislación de negocios (puesto 63) y el marco institucional (puesto 61).
Infraestructura y eficiencia de negocios
México cayó cinco lugares en Eficiencia de Negocios, alcanzando el puesto 53, con bajas calificaciones en finanzas (62) y prácticas gerenciales (50). En Infraestructura, el país se posicionó en el lugar 62, con un rendimiento especialmente bajo en infraestructura tecnológica (63), educación (62) y salud y medio ambiente (56).
Caballero subrayó que las debilidades más significativas de México residen en factores como homicidios, corrupción y sobornos, transparencia en contratos gubernamentales, y apoyos al desarrollo tecnológico, todos ubicándose en los puestos más bajos del ranking.
Comparación regional
A nivel regional, México se mantiene por debajo de Chile en competitividad, pero ha superado a Colombia, Brasil y Perú en 2024.
El IMD evaluó a 67 países para el Ranking de Competitividad Mundial 2024, analizando factores económicos, gubernamentales, de negocios e infraestructura. Los primeros lugares del ranking fueron ocupados por Singapur, Suiza, y Dinamarca, destacando la capacidad de adaptación de las economías más pequeñas.
Caballero concluyó que una de las lecciones del estudio es la adaptabilidad de las economías pequeñas frente a los cambios, algo que resulta más desafiante para países de mayor tamaño como México.