El pasado viernes se llevó a cabo el Tercer Informe de Labores de la Doctora Lilia Cedillo en la BUAP. El formato, el contenido y el evento fueron lo de siempre, lo de cada año: la fastuosidad, el despilfarro y la cultura de la autoalabanza en torno a la figura de la rectora, que deja claro, como era de esperarse, que buscará la reelección.
Es destacable la presencia del gobernador electo Alejandro Armenta Mier, sobre todo porque representa un logro político de negociación y quizás de entrega por parte del grupo político que rodea a la rectora.
No es ningún secreto que, el año pasado, antes de que se definiera al candidato a la gubernatura por Morena, las huestes de la BUAP apoyaban y operaban a favor del entonces diputado y coordinador de la fracción de Morena en el Congreso de la Unión, Ignacio Mier Velazco. Lo hacían por pragmatismo, apostando a quien consideraban el caballo ganador, a pesar de que en el pasado existiera una rivalidad política de Mier con el grupo Agüerista, que hoy recupera los espacios de poder en la universidad. Luego de apostar por la carta equivocada, y en una muy mal planeada y mal informada decisión, ese mismo grupo intentó apoyar discretamente al candidato opositor, Eduardo Rivera Pérez.
La historia es conocida: Armenta gana la gubernatura de forma aplastante, y la BUAP queda a merced de su buena voluntad política. Son el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, y el exlíder sindical del ayuntamiento, Israel Pacheco, quienes, junto al secretario general Manuel Alonso, reconstruyen el puente entre la máxima casa de estudios y el gobierno entrante.
Apenas seis días antes del informe de Lilia Cedillo, se reunieron en el edificio Carolino. En una posterior reunión privada, llegó la bendición del gobernador electo para la reelección de la rectora.
¿Cuál fue la negociación? ¿Cuál será el costo?
Es evidente la importancia de mantener una buena relación, por no decir la sumisión, de la BUAP a los gobiernos en turno. Todos los predecesores de Lilia Cedillo lo han hecho desde la llegada de José Doger Corte. Todos han pactado con el gobierno, porque cuando no lo hacen, terminan exiliados, como el exrector Alfonso Esparza, naturalmente ausente del informe de Cedillo, y perseguido por el ex-gobernador Luis Miguel Barbosa.
La administración central de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla tiene mucha basura bajo la alfombra: desabasto de medicinas en el Hospital Universitario, decenas de casos de acoso sexual al interior de las unidades académicas, falta de control en muchas direcciones y campus, el apresurado y desastroso arranque de Ciudad Universitaria 2, etc.
La BUAP necesita a Armenta. ¿Qué va a hacer Armenta con la BUAP?
Pon tus barbas a remojar
En el Ayuntamiento de Puebla, particularmente en la oficina del presidente municipal sustituto, Adán Domínguez, hay mucha preocupación. No les cuadran las cuentas: parece que gastaron más de lo que tenían, parece que tomaron más de lo que podían. Hoy recurrirán a un préstamo y a una serie de negociaciones para ver si el alcalde electo, Pepe Chedraui, no los persigue y sanciona.
En manos de la administración entrante están las cabezas y la tranquilidad de varios funcionarios salientes. Rigor o negociación… el tiempo lo dirá.