En una ceremonia histórica, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer en recibir honores como Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas de México. En el acto celebrado en el Campo Marte, la mandataria fue escoltada por los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina, quienes le rindieron pleno respeto y juraron lealtad a su investidura.
El secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, destacó la importancia del momento, señalando que Sheinbaum «toma el timón como la primera mujer presidenta», mientras que el general Ricardo Trevilla, titular de la Sedena, subrayó el reconocimiento al papel de las mujeres en las Fuerzas Armadas al declarar: «Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas… Hecho inédito en nuestro devenir».
Un recorrido de honor
Sheinbaum recorrió en una Humvee las filas de los elementos del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea Mexicana y la Guardia Nacional, acompañada por los líderes de las dependencias militares. En un gesto simbólico, la mandataria fue saludada no solo por generales y almirantes, sino también por mujeres de las Fuerzas Armadas, incluida la general brigadier Mariana de La Cruz Sánchez, tenientes coronel, capitanas y otras oficiales. Este gesto reafirmó el compromiso con la equidad de género en todas las instituciones del Estado.
Compromiso con las Fuerzas Armadas y la nación
La ceremonia concluyó con salvas de honor y el saludo militar hacia Sheinbaum como «la más grande muestra de respeto y lealtad», marcando un hito en la historia política y militar de México. Al asumir el mando de las Fuerzas Armadas, la presidenta Sheinbaum refuerza el vínculo entre su gobierno y las instituciones castrenses, en un contexto en el que el papel de las mujeres en las esferas de poder es cada vez más relevante.