Claudia Sheinbaum Pardo asumió oficialmente como la presidenta de México tras tomar protesta ante el Congreso de la Unión, convirtiéndose en la primera mujer en la historia en dirigir el destino de la nación. En su discurso inaugural, Sheinbaum destacó que este 1° de octubre marca el inicio del «Segundo Piso de la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México», una etapa en la que el país se encamina hacia la profundización de los cambios impulsados durante el gobierno de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Durante su discurso, Sheinbaum subrayó la importancia histórica de su mandato, señalando que, después de 200 años de vida republicana y 300 años de colonia, las mujeres finalmente están al frente del destino de México. «Hoy, después de al menos 503 años, por primera vez, llegamos las mujeres a conducir los destinos de nuestra hermosa nación. Y digo llegamos, porque no llego sola, llegamos todas», expresó la presidenta al recibir la Banda Presidencial de manos de la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez.
La presidenta rindió homenaje a las mujeres que lucharon a lo largo de la historia por alcanzar este momento, recordando a las heroínas de la patria y a las mujeres anónimas que, desde sus hogares y comunidades, soñaron con un país en el que su género no determinara su destino. Sheinbaum reafirmó su compromiso de gobernar para todas y todos, bajo los principios del Humanismo Mexicano que guiarán esta nueva etapa de transformación.
Sheinbaum también reconoció el trabajo de López Obrador, afirmando que su legado ha sentado las bases para este nuevo ciclo de gobierno. Además, condenó firmemente el clasismo, racismo, machismo y cualquier forma de discriminación, prometiendo trabajar por una sociedad más justa y equitativa. «La fraternidad significa vernos a los ojos como iguales», subrayó.
Otro de los puntos destacados de su discurso fue la necesidad de una reforma al Poder Judicial, que buscará democratizar la elección de jueces y magistrados para hacer más transparente y accesible la justicia en el país. «Este será un paso fundamental en la construcción de un México más justo y democrático», señaló Sheinbaum.
Finalmente, la presidenta concluyó su discurso reiterando su compromiso de consolidar un país más próspero, libre y justo. «No les voy a defraudar», aseguró, invitando a la nación a seguir construyendo juntos la historia de México.